Desde esta terapéutica, se evidencia que así como existe transferencia de patrones adaptativos que garantizan a supervivencia, también existe la transmisión de conflictos, preocupaciones familiares, enfermedades, cargas y hasta comportamientos y gestos de manera transgeneracional, que impactan y determinan las llamadas dinámicas, o devenires de la psique personal y familiar en el tiempo presente.
Lo que si queda claro es que dicho traspaso no tiene que ver con la genética, se intuye que tiene que ver más con lo cultural que hace de ello una conciencia colectiva.
Los eventos trágicos, de nuestro sistema familiar, han marcado destinos, las hambrunas, guerras y violencia, así como las creencias, imágenes y experiencias negativas frente a la prosperidad, la abundancia, el éxito en todas sus expresiones, son clisés que moldean vivencias, sensaciones, sentimientos y miedos un tanto irracionales.[]
Al parecer dicha conciencia, se remonta al origen de la humanidad, a las comunidades pequeñas, en donde se privilegiaba en primer lugar la supervivencia y el bienestar. Dicha supervivencia, marcaba un ritmo de unidad, en donde cada integrante de la comunidad era una parte esencial de ese todo, razón por la cual cada vida era importante y la separación del sistema de cualquiera implicaba casi que la muerte, física y emocional.
Una fuerza producto de la unidad conducía al grupo, todos dependían de los otros y todos estaban al servicio del grupo, dicha fuerza los acarreaba en la misma dirección y de la misma manera regulada si había desvíos; produciendo un sentimiento de malestar que hacía que los que se iban volvieran al “redil”
En la observación de estos devenires, sobre todo en las tribus del áfrica con los Zulúes el maestro Hellinger observó que allí habían unos órdenes, en primer término el que aprovisionaba a cada uno un papel único. Dado por el orden de nacimiento o llegada que daba una especie de rango, dado por su antigüedad en el grupo, conocido por todos, y que no generaba conflicto, todos conocían su propio lugar y él lugar de los otros, más adelante se llamó jerarquía, que junto con la pertenencia y el equilibrio configuraron los llamados órdenes del amor.
La aparición de la conciencia personal al parecer se dio, cuando los grupos se encontraron y diferenciaron de otros, creando rivalidades y divisiones, dejando de lado la conciencia colectiva, que sin embargo a pesar de ser negada y aparentemente borrada, sigue pesando en la decisiones de las personas de una manera inconsciente y es a lo que desde lo sistémico se le llama lealtades, Y ha sido el encargo de la teoría de constelaciones familiares en cabeza del Dr, Hellinger
Explicar esto y darle sentido y coherencia en una teoría ha sido la labor de constelaciones familiares.
Sanar lo ancestral,
Retomaré algunos de los postulados de la maestra Ingala Robl, para sanar lo ancestral para el éxito y prosperidad en todos los aspectos de nuestra vida.
Como lo decíamos la prosperidad en todas o algunas de sus expresiones como trabajo, dinero, pareja, maternidad o paternidad está bloqueada, por inadecuado vínculo con la madre, pero también por eventos trágicos del sistema, la historia de los ancestros y su relación con la abundancia y el dinero, que crean creencia e imágenes que cargan el sistema y nuestro inconsciente colectivo familiar
La forma de trascenderlo es crear conciencia de dichas limitaciones y estar abiertos a hacer los cambios, y esto implica incluso abrir la mente a realizar ejercicios como los de constelaciones familiares para sanarnos y sanar al sistema.
La decisión como un aspecto fundamental desde lo sistémico, es la acción, que sólo se puede tomar cuando hemos encontrado la libertad y el libre albedrío después de haber tomado la conciencia de nuestros obstáculos conscientes e inconscientes y haber dejado todas las identificaciones las lealtades invisibles y las historias de los otros miembros de la familia y el clan, con el respeto y la honra por lo que sí hemos recibido.
Aplicar la Ley del equilibrio, es decir si decidimos tener éxito, tenemos que dar algo a cambio y mirar honestamente el pasado, antes deshacernos de lo que no queremos debemos hacer un balance de lo que si queremos conservar, y esto tiene que ver con las bendiciones, los bagajes y un sin número de aspectos que nos hacen ser lo que somos.
En palabras de la maestra Ingala Robl, » una vida sin la comprensión de nuestro lugar en el mundo, de los obstáculos con que nos encontramos en el camino, de la falta de sentido existencial, del propósito en la vida y de la lección que nos toca vivir, da la sensación de vacío, lucha y sufrimiento.
Para cambiar, necesitamos desarrollar conciencia y espiritualidad para evolucionar, y eso implica echar una mirada a nuestras raíces: la historia de nuestros ancestros, de nuestros padres, la historia de nuestro país, nos guste o no y decir sí, que desde lo sistémico se llama asentir.
De esta manera y como adultos, el sistema, la conciencia universal y la vida nos repite, sí a la vida tal como es, bienvenido al éxito y la prosperidad en todos sus matices.