Esta frase lapidaria de  C. Jung que acompaña a la mayoría de los procesos humanos y que se observa también en los procesos psicoterapéuticos tradicionales, que causan frustración, miedo, desencanto e incluso depresiones y somatizaciones, es retomada en este blog desde lo sistémico para dar salidas efectivas, sanas y reparadoras. Para esto proponemos iniciar una mirada a compresiones y conceptos que faciliten el conocimiento de constelaciones familiares como terapéutica y  alternativa sanadora del  alma, de la psique familiar y personal.

El camino de las repeticiones

Resonancia Mórfica y campos morfogenéticos: o campos mórficos que es el  nombre dado por Rupert Sheldrake a un campo energético que se crea por  la repetición de un evento, esto visto desde la biología y que es determinante para futuras apariciones del evento que impacta y jalona a dicha población, concepto que más tarde fue aplicado a los campos humanos. Desde lo sistémico se vería reflejado en las familias, tanto en los eventos positivos como son los logros, en salud, prosperidad, intelecto y postura frente al mundo.  En la otra cara estaría dado en aquellos eventos que genera frustración, sufrimiento y jalones a la muerte, dados en fracasos, rupturas continuas, enfermedad y sentimiento de estancamiento por poner un ejemplo y que son tema de los talleres y consultas de constelaciones en todas partes del mundo. Ser consciente de la existencia de ese campo que, aunque no sea vea existe, se siente, se percibe en el cuerpo, que se asimila a una red energética y que transmite información a todos los miembros de la familia, del sistema extenso, a todos los congéneres y seres del mundo. Sin embargo, también tiene leyes y es importante saber que no distingue si tu “resuenas en positivo o negativo” sea por cuenta propia o por lealtad con su sistema y esto permite hacer conciencia de máximas  del inicio del blog “A lo que te resistes, persiste”, pues se resume en que, en todo lo haces, todo lo que piensas, todo lo que actúas consciente o inconscientemente , tiene un efecto en resonancia y consonancia con lo que piensas deseas o actúas, y es así que se convierte en cuando más tratas de alejarte más lo atraes. De esta manera y a través del trabajo sistémico, es la humildad para verlo, aceptarlo con paciencia y ponerte en lugar lo que permite  recomponer las ataduras que favorecen la repetición en el sistema Vídeo relacionado