Desde la mirada sistémica y el quehacer de la psicología, el éxito y la prosperidad de los seres humanos,
Fórmula Ana Isabel Jiménez
están estrechamente relacionados con tres aspectos que impactan su realización, vivencia de plenitud y de suficiencia en la vida, estos son vínculo con los padres, el entorno, mandatos familiares, carga ancestral, y postura y creencia en algo más grande, lo trascendente.
Es así que en este nuevo año desde este blog de constelaciones retomamos conceptos que nos parecen importantes para dar un sustento teórico, que conciernen a nuestro trabajo desde la psicología, constelaciones familiares y el ámbito transpersonal que apoyen, guíen y den soporte a las personas que nos acompañan en nuestras actividades, seminarios, consulta, boletín, blogs y página web.
Así cada Movimiento será un capitulo mensual hasta completar los tres movimientos.
Primer movimiento : Sanar el vínculo con los padres y el entorno familiar
El vínculo es la conexión de la primera etapa del bebé, que se establece a través de la mirada, el abrazo, la palabra, la aceptación e incluso el rechazo, dado por los padres, que signan en gran medida la existencia de un ser humano para el éxito o el fracaso.
Vivencias como el rechazo materno, el maltrato, las pobreza en lo material, afectivo y espiritual del entorno, son realidades que pueden marcar una vida y no dejarla florecer.
Sin embargo, desde el trabajo de la psicología, respaldado en los estudiosos de la resiliencia, con Cyrulnik , Balegno y otros (2002) hablan de la existencia de un perfil resiliente que está dado por experiencias de conexión prenatales, que se refuerzan con un entorno que de alguna manera fue protector (reverie, Bion) creando y garantizando la supervivencia y que permite un adulto conectado, que hace por su vida nos habla ya de un buen éxito.
Un ser humano que llega a estas alturas, da como escenario a un ser que se planta con otra mirada, con otro concepto frente a la vida “Lo importante es que hacemos nosotros mismos de lo que nos hicieron” es decir el individuo tiene la capacidad de desvictimizarse, retomar su vida y hacer con ella la diferencia, entre las cuales está ser exitoso, rico y próspero, es sólo una cuestión de decisión.
Desde estas ópticas, para todo ser humano, independientemente de cómo hayan sido las relaciones con la madre, el devolverle la mirada, tomar la vida para vivirla, honrar lo que se nos dio, permite tener su bendición para la vida y es humilde aceptar que algunas veces tal vez la madre, o el padre no podían, o no tenían las fuerza para dar su aval o para defenderlos, pero al tomarla y vivirla, se ratifica el mandato universal, estamos vivos y eso es lo que importa, el resto está en nuestras manos, y es la terapéutica de constelaciones familiares sistémicas, quien ofrece una estrategia para sanar lo que podemos poner en orden en estos desajustes y tomar la vida para vivirla con plenitud.
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